En Lumberton, un idílico pueblo norteamericano, Jeffrey encuentra una oreja cortada en un descampado. Este hallazgo estimulará su curiosidad, llevándole a convertirse en un detective furtivo ayudado por su amiga Sandy. Ambos descubren la penosa situación de una cantante de nightclub, Dorothy Vallens (Rossellini), extorsionada por un psicópata.

La inmersión de Jeffrey en los puntos más oscuros de este misterio y su oscilante relación con Vallens lo sacará del familiar ambiente diurno en que siempre ha vivido para conocer el lado más sombrío de cualquier paraíso cotidiano.
Muchas películas de la década de los 80 no parecen haber aguantado bien el paso del tiempo, al menos estéticamente, aunque sin duda, Terciopelo Azul no será tan facil de olvidar.
Un films realizado con total libertad artística, un guión propio digno de Alfred Hitchcock que habría de convertirse en lo que hoy vemos como un paradigmático filme de culto