El duque de York se convirtió en rey de Inglaterra con el nombre de Jorge VI (1936-1952), tras la abdicación de su hermano mayor, Eduardo VIII. Su tartamudez, que constituía un gran inconveniente para el ejercicio de sus funciones, lo llevó a buscar la ayuda de Lionel Logue, un experto logopeda que consiguió, empleando una serie de técnicas poco ortodoxas, eliminar este defecto del rey.

Se empezó a hablar de este largometraje a finales de septiembre, cuando ganó el premio del público en el festival de Toronto. Ha sido la triunfadora en los Oscars, alzándose
con cuatro estatuillas, a lo que hay que sumar el Globo de Oro al mejor actor, siete premios BAFTA, el Goya a la mejor película europea, entre otros galardones. Además, cabe destacar que a día de hoy acumula una recaudación
de cerca de 250 millones de dólares en todo el mundo (su presupuesto fue de 15 millones). Es la película más premiada de 2010, y una de las más taquilleras. Quién lo diría, cuando la historia que narra gira en torno a un monarca tartamudo y su peculiar logopeda.