En un extraño universo futurista donde reinan las máquinas, una mosca cae dentro de un ordenador y cambia el apellido del guerrillero Harry Tuttle (Robert de Niro) por el del tranquilo padre de familia Harry Buttle, que es detenido y asesinado por el aparato represor del Estado. El tranquilo burócrata Sam Lowry (Jonathan Pryce) es el encargado de devolver un talón a la familia de la víctima, circunstancia que le permite conocer a Jill Layton (Kim Greist), la mujer de sus sueños. Y, mientras la persigue, hace amistad con Harry Tuttle y se convierte en su cómplice.
Particularmente el protagonista se enfrenta a dos mundos, donde es posible apreciar la idea del límite entre lo real y lo irreal, donde al parecer una forma de encontrar la liberación personal es la locura misma.
Se plantea la idea de un futuro utópico de una sociedad deshumanizada sometida a un régimen totalitario que se sustenta por el temor hacia el terrorismo, donde el control y poder se fundamenta en la seguridad de la sociedad aterrorizada.